24 diciembre, 2017
Era un domingo 24 de diciembre, fuera hacía un frío glaciar que congelaba hasta las pestañas. Llevaba casi todo el día lloviendo, primero gotas de fría lluvia que parecían espinas congeladas de aguanieve. Más tarde comenzó a granizar con mucha rabia, caían piedras y pelotas de golf en lugar del típico granizo. Los padres, los…